¡Aleluya! ¡Me equivoqué!

Cuando alguien escribe desde las entrañas, podemos estar de acuerdo o no en los detalles pero, no podemos dejar de escuchar y tratar de comprender. Eso me pasó leyendo las dos partes de La casa por el tejado (1 | 2) publicadas por Eulalia la semana pasada:

"En mi tierra tenemos un dicho. Cuando alguien hace algo al revés decimos que está empezando la casa por el tejado. Pues esta es la sensación que me da mucha de la gente que se lia con un blog. Abren un blog y antes incluso de empezar a poner entradas ni de hacer nada en él, ya quieren personalizarlo y aplicarle todos los trucos que han visto aquí o en otros blogs de ayuda."

No es la primera vez que leo cosas así, pocos días antes, Pizcos y Ariane expresaban más o menos lo mismo. Distintos estilos, distintas formas pero, esencialmente lo mismo. Algo que creo que podría resumirse en esto:

"Y volví a intentarlo una o mil veces, las que hiciera falta, con tal de lograrlo, pero nunca, jamás, le dije a alguien: 'No me sale, házmelo tu'. Porqué lo realmente divertido de este tema es lograrlo uno mismo."

Nunca como ahora, hemos tenido tantas herramientas al alcance de la mano y sin embargo, nunca como ahora, nos estamos negando tanto a aprender a usarlas. Parecería que la época exige inmediatez y resultados instantáneos. Dos clicks y tengo lo que quiero. Dos clicks y las cosas funcionan y sólo debo sentarme a esperar que el mundo se de cuenta que existo. Copio y pego y ya está ¡Rápido, rápido, rápido! ¡No hay tiempo que perder!

Nos vendieron el slogan de time is money y lo compramos ...

¿Qué copio? ¿qué pego? ¿dónde lo copio? ¿dónde lo pego? todas esas son preguntas irrelevantes, tanto que no me las formulo. No me interesa saber por qué, me interesa que esté listo YA. No me interesa nada más que el resultado y me dejo llevar por el capricho infantil de quiero eso, quiero eso, ¡quiero eso!

Claro, la mayor parte del tiempo, mal que mal, lo habré conseguido. Copié, pegué y funcionó pero ... sólo habrá sido una casualidad; la próxima vez que lo haga, el resultado será aleatorio y si los hados de la web tienen ese dia los cables pelados, el desasatre está garantizado.

¿Es necesario aprender para tener un blog? Es una pregunta tonta porque: siempre es necesario aprender y aprender no es pedir respuestas sino formularse preguntas.

El refrán dice algo así como ayudate a ti mismo que Dios te ayudará y esa es una frase que sigue teniendo validez. Ayudar es cooperar. Ayudar es colaborar. Ayudar es guiar pero soltarle la mano al otro para que camine solo porque el fin no es ir desde acá hasta allá sino aprender a ir a cualquier parte y no perderse en el camino.

No, no hay que ser un experto para tener un blog, sólo hay que conocer nuestras propias limitaciones y no pretender todo de golpe. Hay que ir paso a paso. Hay que tener paciencia. Hay que equivocarse una y mil veces y saber que sin importar cuánto sepamos, siempre nos vamos a equivocar otra vez ¡aleluya!

Hay que intentarlo cien veces y una más. Hay que tratar de comprender lo que hacemos y también hay que conformarse y saber decir "hasta acá llegué". Eso no es un fracaso, eso es un triunfo. Tal vez, mañana o pasado o dentro de un mes mires para atrás y digas "claro, esto era así y así ¿cómo no me di cuenta antes?"

Y garantizo algo, ese día, sonreirás como si hubieras descubierto la octava maravilla ...

¡Y tendrás razón!

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