Espejos


Con los medios de comunicación hay que tener un poco de sana desconfianza ... pasa lo mismo que con los espejos.

Uno crece en la inteligencia de que los espejos devuelven fielmente la imagen de quien se les pone adelante. Y es una convicción muy fuerte. Hasta que por ahí, alguien, alguna mano malvada empieza a fabricar espejos que deforman. Espejos que no devuelven la verdad, sino la mentira.

Y entonces uno, a la mañana se va a afeitar y ve a una persona rubia, uno que es morocho, ve una persona rubia distinta a la que es uno. Y uno tiene tiene tanta confianza en los espejos que incluso prevalece esa confianza por encima de la realidad. Y uno que se sabe morocho, que ha vivido una morocha vida durante tantos años y que ha andado entre morochos, se ve rubio en el espejo y empieza a asumir rubias conductas ¿Por qué? Porque desde chico nos han dicho que el espejo no miente.

Yo creo que, a lo mejor, ha llegado el tiempo de desconfiar del espejo.

Y de pensar que tal vez, los fabricantes de espejos tienen intereses inconfesables que nosotros no conocemos. Intereses entre los cuales figura el de lograr que nosotros nos creamos rubios siendo que somos morochos.

Así que, más que mirar al espejo, hay que preguntarle al de al lado; al que también es morocho; al que vive como nosotros a ver cómo nos ve, qué le pasa, qué siente. Y, a lo mejor, hay que mirar más la realidad y menos el espejo de la realidad porque a veces, ese espejo, está tendenciosamente modificado y es fraudulento.


Alejando Dolina


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